Lindsay Lohan no tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados, pues la Fiscalía ha decidido no investigarla por presunta agresión a la trabajadora de la clínica Betty Ford Center, Dawn Holland.
La empleada de la clínica donde Lohan estaba ingresada, la acusó en diciembre del 2010 de haberla hecho un esguince en la muñeca con la agresión. La artista, por su parte, acusó también a la trabajadora de agresión.
En la acusación, la técnica de dependencias químicas afirma que Lindsay salió con otras dos pacientes a dar una vuelta y regresaron 10 minutos más tarde del toque de queda (la 1 de la madrugada), oliendo a alcohol. A su llegada, ella les dio el alto y se dispuso a hacerles una prueba de alcoholemia, pero Lindsay se negó y la empujó violentamente. Cuando se dispuso a llamar a la Policía, la actriz le "agarró de la mano derecha" para quitarle el teléfono, a la vez que le insultaba.