En las casi tres horas de la puesta en escena “El gusto de morir bajo el volcán”, Rafael Sánchez Navarro muestra el descenso desesperado y enfermizo a los infiernos de “Geoffrey Firmin”.
Dirigida por David Hevia y basada en la obra cumbre de Malcolm Lowry, “Bajo el volcán”, regresa a la cartelera, pero ahora a la marquesina del teatro Helénico donde permanecerá hasta el próximo 25 de mayo.
Tras su estreno en el Festival Internacional Cervantino en 2010 y una exitosa temporada en El Galeón, del Centro Cultural Universitario, la producción cuenta con las actuaciones de Rafael Sánchez Navarro, Marina de Tavira, Mauricio Pimentel, Miguel Cooper, Miguel Conde, Miguel Ángel López, Luis García y María del Carmen Félix.
Hevia describe con la complicidad de Sánchez Navarro ese universo anárquico de una persona que, hundida en el alcoholismo, se sumerge en un mundo del caos.
La puesta en escena, ambientada en el legendario Hotel Casino de La Selva, en Cuernavaca (Quauhnáhuac, nombre original de la Ciudad de la Eterna Primavera), Morelos, en la víspera del Día de Muertos, describe la historia de dos hombres que evocan la pasión y muerte de “Geoffrey Firmin”, el ex cónsul británico que labra su propia autodestrucción.
Una cantina, de las 57 que ahí existen, se convierte en el escenario donde “El Cónsul” busca desahogar sus penas, pero también el espectador será testigo del paso de un cortejo fúnebre en el que un hombre carga el ataúd de un niño y la imagen de la Virgen de los Desheredados, entre otros pasajes.
En ese mismo espacio podrá presenciarse la autodestrucción de dos seres que se aman, “Geoffrey” y su ex esposa “Yvonne” (Marina de Tavira), pero que se niegan a aceptar su situación.
El retorno de la ex actriz a Quauhnáhuac describirá esa relación destrozada que ambos tratarán de recomponer sin resultado alguno.
Todo indica que el origen de su desgracia parece ser una aparente traición de “Hugh”, su hermano, quien regresa después de haber estado en el frente de batalla de la Guerra Civil Española y se enreda a su vez en una relación romántica con “Yvonne”, quien ha vuelto a Cuernavaca, con el deseo aparente de intentar rescatar al “Cónsul” de su aberración para autodestruirse.
Lamentablemente, “Geoffrey Firmin” no logra librarse de sus propios fantasmas, bajo el volcán desbarrancándose hacia el infierno, sendero que construyó poco a poco, su hermano y su ex no lograrán evitar los estragos de la trágica caída del “Cónsul”.
Cabe señalar que Malcolm Lowry (1909-1957) escribió “Bajo el volcán” en 1947, durante su estancia en tierras mexicanas. La obra, un tanto de ficción y un tanto autobiográfica, es reconocida a nivel mundial no sólo como pieza maestra, sino como una de las grandes novelas del siglo XX.