Un comprador anónimo se lo adjudicó por US$ 4,6 millones en una subasta. El atuendo formó parte de una de las escenas más famosas de Hollywood e inmortalizó a la actriz
La venta de éste y otros objetos de gran valor fue llevada a cabo por la casa de subastas Profiles in History, quienes ofrecieron miles de piezas que eran propiedad de la actriz Debbie Reynolds.
La venta de éste y otros objetos de gran valor fue llevada a cabo por la casa de subastas Profiles in History, quienes ofrecieron miles de piezas que eran propiedad de la actriz Debbie Reynolds.
La prensa asegura que el famoso vestido es la prenda que más dinero recaudó en la historia de las subastas en Hollywood. Marilyn lo utilizó en la película The seven year Itch, de 1955 y logró cautivar al mundo con la recordada escena en el metro. El comprador decidió preservar su identidad y realizó la puja por teléfono.
La escena en la que la actriz enseñaba sus piernas con este diseño pasó a la historia, como también lo hará el precio alcanzado en la subasta, convertido ya en uno de los más caros. La legendaria prenda de vestir alcanzó la cifra de 4,6 millones de dólares el 18 de junio.
La escena del vestido levantándose fue rodada dos veces. La primera toma fue en la Avenida Lexington de Manhattan, en la calle 52. La segunda se hizo en un estudio. La que aparece en la película es la de esta segunda toma, ya que la primera toma fue inservible debido al ruido de la gente que presenciaba la grabación.
El sombrero de Charles Chaplin, uno de los vestidos de la desaparecida Elizabeth Taylor o el uniforme de Gary Cooper en El sargento York también salieron a subasta. Todos ellos, también pertenecían a la extensa colección de Reynolds.
Reynolds, de 79 años, inmortalizada en Singin 'in the Rain, comenzó a coleccionar trajes y objetos de interés de Hollywood en los años 1970, cuando el estudio MGM liquidó sus activos. Su colección incluye más de 3.500 vestidos, 20 mil fotografías, miles de carteles y cientos de elementos decorativos.
La actriz había pensado abrir un museo para exhibir su colección, pero nunca logró conseguir el dinero, por lo que finalmente se decidió a subastarla.